Panera: almacenamiento con estilo
La consistencia y la frescura de los productos de panadería influyen decisivamente en su sabor. Sin embargo, no tienes por qué desplazarte todos los días a la panadería de confianza si, en su lugar, dispones en casa de una opción de almacenamiento especialmente diseñada: una panera. De esta forma, los panecillos, el pan y las pastas se mantienen crujientes y protegidos del sol, el polvo, etc.
Comprar una panera: ¿Qué estilo se adapta mejor a ti y a tu cocina?
¿La panera debe ser blanca o negra? ¿Pequeña o grande para que quepa también un pan sin rebanar? ¿Con práctica tapa abatible o una extraíble? Una cosa es cierta: las paneras de hoy no se parecen en nada a las de hace dos o tres décadas. Se han convertido en un elegante punto de atracción en la cocina, rebosando encanto retro y mucho carácter. Una panera pequeña es adecuada sobre todo para quien quiera guardar panecillos y bollos, pero debe ser correspondientemente más grande para medias barras de pan o barras enteras.
Además, las paneras se fabrican en muchos materiales diferentes. Las paneras metálicas son unos auténticos clásicos, porque el robusto material tiene un aspecto noble y se fabrica con relativa flexibilidad. Asimismo, el metal es un material impermeable al aire, por lo que las ranuras de ventilación de las respectivas paneras son más pequeñas (sólo lo suficiente para que el pan y los bollos no se sequen por completo). Las variantes alternativas son, por ejemplo, de plástico fácil de limpiar, cerámica o madera natural. Por tanto, puedes adaptar el diseño de una panera a los materiales dominantes de tu cocina para crear un aspecto unificado, o bien crear un atractivo contraste utilizando un material diferente.
¿Por qué una panera blanca o negra es una buena elección?
Desde panes dulces hasta panes de masa madre con una corteza deliciosa: si los productos de panadería se guardan en una panera de diseño especial, se mantienen frescos más tiempo. La panera evita que los productos de panadería se enmohecen antes de tiempo y les ayuda a conservar mejor su aroma. Además, los productos horneados no se secan tan rápidamente, por lo que no tienes que consumirlos el mismo día que los compras. Por último, como todos sabemos, queda muy bien en la cocina.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de comprar una panera?
En primer lugar, el diseño y el tamaño. Una panera pequeña a veces solo tiene espacio suficiente para una barra de pan de molde o unos cuantos panecillos, mientras que una versión más grande ofrece espacio para dos o tres tipos diferentes de pan. Además, tanto una panera grande como una pequeña deben estar revestidas de polvo y ser resistentes al óxido si son de metal. Otra práctica ventaja es la posibilidad de lavarlas en un lavavajillas. Al mismo tiempo, las paneras deben tener rendijas u orificios de ventilación para que el aire pueda seguir circulando por su interior.